martes, 23 de febrero de 2010

La primera vez

Te acostumbraste a vivir con un muro que protegiera el interior de la ciudad que hay dentro de tí. La princesa que no se permitía creer en principes de cuento, la niña que te recordaba las inseguridades encerradas en la fortaleza. Creías en el amor, pero no con cualquiera. Creías en el amor como crees en la poesía,como crees en la melodía de una canción, como crees en la genialidad de algunos pintores.
La muralla aguantó unos cuantos años, pero un día cayó, quien sabe si por el paso de los años, el desgastar del viento cuando no sopla a favor. Era la primera vez. Se acabó el control, se acabó la seguridad. Se tambaleó todo. Y te volviste vulnerable. Aunque ya sabías, sabes, que es algo que les pasa practicamente a todos los seres humanos. Creiste en el amor. En las mariposas en el estómago, en la eterna primavera, en el sol en mitad de la lluvia. Pero el verano trajo consigo la tormenta. Y caminando por la calle, sólo llovía encima de tí. Lo que quedaba de la muralla terminó cayendo. La sonrisa abandonó tu ojos. Era el final. Tuviste que empezar desde cero. Tomaste tus maletas y decidiste crecer como persona. Recogiste los restos de ti misma. Y te marchaste intentando comprender el sentido del invierno en pleno verano.
Nada es baldío. Todo sirve. Incluso todas las lagrimas derramadas.El mañana, está ahí mismo. La vida sigue, el camino continúa. Nadie lo parará si te lo propones. Nadie te parará.