lunes, 10 de marzo de 2014

Odio o una noche en vela con los ojos como platos

Odio la hermosa capacidad de no sentir el peso de la mochila no vaciada,
odio todo lo que se va tapando para no verlo, para evitarlo, para que no duela,
odio la colección de errores y fracasos, cortados todos por el mismo patrón,
odio ser incapaz de dejar de ser como estatua de sal impasible.

Odio que se caigan las vendas que tapan las distintas heridas,
odio mucho más las heridas estúpidas que yo mismo me infligí,
odio las noches en vela en las que todo vuelve a hervir sin quererlo,
odio los recuerdos que muestran que no pude hacerlo peor.

Odio que "ensayo y error" siga haciendo "crash" de manera inevitable,
odio la colección de errores de los que nada se aprendió,
odio saber que volverá a pasar, que volveré a caer,
odio la cuerda con la que me ato y entorpezco mi andar.

Odio las oportunidades tiradas,el arte de no pensar,
el arte de jugar a perder, sin ser consciente de que eso sucede,
el corazón que se va abriendo sabiendo que camina hacia el abismo,
los actos que no siente el corazón, los vacíos que se intentan cubrir....

Odio caminar y ver que sigue ahí dentro lo mismo, el eterno problema,
todo los nudos trenzados con el tiempo que  formaron la madeja,

Un paso y te liberas, un ejercicio de sinceridad que es un mayor hundimiento,
de nuevo el final, volver a perder, volver a curar un corazón cansado ya de si mismo
maldito círculo cerrado del que no salgo.....

Pagaría todo el oro del mundo por calmar la bestia interior,
la que anula todo lo bueno, la que me empuja donde no quiero.
No se cubre el vacío, jamás se cubrió

Una mezcla de cobardía, tristeza, con una dosis de mentiras, una gran dosis de amor, de fracasos, de escasos triunfos....

¿Cuando acabará todo esto?